Hacia un Parto Placentero
Nota de las Obstétricas Ileana Barral y Alba Bruno
Las condiciones para un embarazo sin problemas, y un parto sin complicaciones, nunca fueron tan buenas como ahora. Esto es un mérito innegable de la medicina de alta tecnología, que con sus elevadas normas ha tomado un lugar imprescindible en la atención durante el embarazo, parto y posparto. Así hay una medicina de partos al lado de cada futura madre y de su hijo, que protege a ambos desde la primera semana de embarazo, hasta el nacimiento, y aún después.

A pesar de esto, la casi perfecta asistencia técnico-medicinal no le puede quitar, a muchas mujeres, el miedo durante el embarazo y ante el parto.

Se ha producido un cambio extraordinario en el rol de la maternidad. En generaciones pasadas la mayoría de las madres ha visto el embarazo y el parto como algo que solo le concernía a la mujer, que tenía que ser soportado en forma pasiva y sin medidas de prevención. Los padres, la familia y la sociedad, solo participaban parcialmente.

Hoy la mujer tiene la posibilidad de asistir al Curso Pre-Parto, y así vivir el embarazo conscientemente, y puede prepararse activamente para el trabajo de parto. Los programas de los cursos incluyen ejercicios específicamente orientados a entrenar ciertos músculos que serán utilizados durante el parto, y también a mantener saludable la espalda, que se ve afectada por el peso del bebé. Además se hacen ejercicios de piernas para la circulación sanguínea, técnicas de respiración, y a la vez preparan psicológicamente a la futura madre para el parto, puerperio y los primeros cuidados del bebé.

El solo hecho de estar en contacto con otras mamás en igual situación, hace que colaboren y se sientan mucho mas acompañadas y tranquilas, como así también se incluye a su pareja o a otra persona de su confianza. Cada futura madre aprende a conocer de nuevo su cuerpo y sus funciones biológicas estando embarazada, y se entera como el cuerpo, el espíritu y el alma conforman una unidad de acuerdo a las leyes de la naturaleza.

La preparación para el parto descansa básicamente sobre esto: transmitir la confianza en ellas mismas, en las propias fuerzas y aptitudes, para así contrarrestar el síndrome "miedo-contracción-dolor", y que ellas se encarguen del nacimiento de su hijo y participen activamente como compañeras del equipo médico-partera. El trabajo intensivo y constante de los médicos en las consultas, así como la creciente confianza de las mujeres en si mismas, han contribuido gratamente en los últimos años a mejorar la vivencia del parto.
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